domingo, 14 de diciembre de 2014

REFLEXIÓN
Dramas y retos de AL en el cambio climático
Richar Centeno Torres Periodista

Uno de los mayores dramas de América Latina en el contexto del medioambiente es que si bien es una región considerada un contaminador menor, sufre las mismas consecuencias que otros continentes, e incluso mucho más.
De acuerdo con diversos estudios, nuestra región es responsable de generar aproximadamente el 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo, cifra menor ante emisiones que registran Estados Unidos, Europa y China. Es decir, pagamos, en gran medida, las consecuencias del desarrollo de otras regiones.
Sin embargo, América Latina es una región muy vulnerable ante los efectos del cambio climático también por su propia responsabilidad, debido a varios factores, entre ellos la dependencia y sobreexplotación de los recursos naturales, que muchas veces se realiza sin contemplar estándares medioambientales.
Diversos gobiernos, como el peruano por ejemplo, realizan un permanente esfuerzo por armonizar el desarrollo de proyectos de inversión minera, petrolera y de infraestructura, con la preservación del medioambiente y el cuidado del entorno social y humano, que en muchos momentos de nuestra historia simplemente no fueron tomados en cuenta.
Y es que el reto contra el cambio climático pasa también por atacar la inequidad existente en el campo social y económico. Somos una región donde la brecha entre ricos y pobres se ha acrecentado en las últimas décadas, lo que genera una vulnerabilidad social y económica que impacta en el medioambiente.
Esto se explica por la presión socioeconómica sobre los recursos naturales, la búsqueda de nuevos espacios para la agricultura, el desplazamiento de poblaciones, la explotación ilegal minera y forestal, entre otros factores.
A esto se suman los fenómenos naturales extremos que se han incrementado con el tiempo debido al calentamiento global, como el deshielo de glaciares, las sequías y las lluvias torrenciales que causan inundaciones con devastadoras consecuencias.
Hay lugares en el continente que registran situaciones extremas, entre la escasez y el exceso de agua, generando problemas socioeconómicos graves, afectando sobre todo a las poblaciones más vulnerables.
Por ejemplo, mientras que en las costas del Perú y Chile la escasez de agua es una constante, varias regiones de Bolivia y Brasil son afectadas con frecuencia por lluvias e inundaciones.
Por eso, la COP20 ha sido una buena oportunidad para que la región exponga su vulnerabilidad y asuma un liderazgo en la lucha contra el cambio climático.