ANÁLISIS
Tasas impositivas bajas para atraer inversiones


Richar Centeno Torres. PERIODISTA
Con la aprobación de las rebajas del impuesto a la renta a personas naturales y empresas, como parte de los esfuerzos de reactivación de la economía, el Perú se posiciona como uno de los países con menor tasa impositiva a escala regional e incluso mundial.
Con la aprobación de las rebajas del impuesto a la renta a personas naturales y empresas, como parte de los esfuerzos de reactivación de la economía, el Perú se posiciona como uno de los países con menor tasa impositiva a escala regional e incluso mundial.
Según cifras del Banco Mundial, el promedio total impositivo en el país es de 36%, mientras que el promedio de América Latina es de 55.4%, y el promedio mundial es de 40.9%. Esto convierte a nuestro país en un destino atractivo para las inversiones, que es uno de los objetivos de la norma aprobada, además de generar una mejor capacidad de gasto en los beneficiados.
En días pasados, el Legislativo aprobó la iniciativa del Ejecutivo para disminuir el impuesto a la renta a los trabajadores independientes (cuarta categoría) con el objetivo de darles más liquidez, y a las empresas (tercera categoría) para promover las inversiones y consecuentemente generar más puestos de trabajo.
En la región, las mayores tasas impositivas globales se registran en Argentina, Bolivia, Colombia y Brasil (en ese orden), mientras que las tasas más reducidas están, además del Perú, en Chile, Ecuador y Paraguay.
Sin duda, estas cifras ubican al país en una situación ventajosa en relación con los demás países de la región, que también vienen experimentando las consecuencias de la crisis mundial desde hace algunos años.
Para lograr una mayor competitividad del país, los especialistas sostienen que si bien los trámites para el cumplimiento de los tributos en general han sido gradualmente mejorados en tiempos y sistemas, por ejemplo, con el establecimiento de sistemas electrónicos, aún se podría optimizar los procesos en beneficio de los usuarios y del propio Estado peruano que obtendría una mayor recaudación y se evitaría la informalidad y la evasión de impuestos.
Al respecto, una de las obligaciones que toman más tiempo para las empresas son los tributos laborales, que requieren de cerca cinco meses para su cumplimiento. Sin embargo, otros tipos de pagos y tributos son más ágiles e incluso pueden tomar pocos días.
Esta norma se lanza en un contexto favorable para el país en relación con la competitividad y las inversiones. Precisamente, en octubre pasado el Banco Mundial presentó un estudio que considera al Perú como una de las economías de la región en las que es más fácil hacer negocios, siendo superada solo por Colombia y dejando atrás a Argentina y Brasil. Una posición ventajosa que se suma a los esfuerzos reactivadores que se vienen realizando.