jueves, 26 de junio de 2014

Policías utilizaron cumbre APEC para robar gasolina

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POR JOSÉ VEGAS CARMEN
Un robo de gasolina sin precedentes en la Policía Nacional del Perú (PNP), por la cantidad de agentes implicados y por la modalidad del delito, fue descubierto gracias a una información confidencial proporcionada a fines del mes pasado.
Las investigaciones administrativas y disciplinarias para identificar a los responsables se han iniciado la presente semana en la Inspectoría General de la PNP, la cual ha establecido que para cometer el ilícito penal se habrían falsificado las firmas de al menos 200 oficiales, entre ellos varios jefes de importantes dependencias policiales.
En el delito también está comprometido un grifo ubicado en la urbanización Elio, en el Cercado de Lima, que prestaba sus servicios de abastecimiento a unidades motorizadas, desde motocicletas, camionetas, patrulleros y automóviles.
El carburante sustraído debió ser destinado a servicios especiales que se prestaron durante los años 2008 y 2009. Sin embargo, el jefe de combustibles de la Dirección de Logística General, un comandante en retiro, no informó a las unidades operativas y administrativas de la dotación extraordinaria de gasolina para las actividades gubernamentales que realizaba el Estado con presencia de jefes de Estado de todo el orbe, así como diplomáticos y empresarios extranjeros, detalló una fuente policial.
Uno de esas actividades fue la Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia – Pacífico, desarrollada en 2008 en Lima, donde para cubrir los diferentes operativos motorizados planificados, las unidades motorizadas abastecían sus vehículos con la gasolina que normalmente reciben para sus trabajos diarios, sin hacer uso de la dotación extraordinaria.
Desde el pasado martes varios jefes policiales han desfilado por las oficinas de la Inspectoría General de la PNP, ubicadas en la avenida Aramburú, en Surquillo, para rendir su manifestación sobre los recibos de galones de gasolina, en los que aparecen sus nombres y sus respectivas firmas. Ellos señalan que nunca firmaron esos recibos y que habrían sido víctimas de una falsificación. Y para confirmar esa versión fueron sometidos a una pericia grafotécnica.
Ante este escandaloso robo, el congresista fujimorista Octavio Salazar planteó que los policías que tengan responsabilidad en este caso sean expulsados de la institución.
“A aquel policía que mete mano, hay que ‘cortarle la cabeza’ y sancionarlo drásticamente hasta con la baja de la institución (…) La corrupción es un cáncer que hay que extirparlo. Hay que saludar que este tipo de actos no queden en el anonimato porque a veces la población piensa que en las instituciones existe espíritu de cuerpo. Quien comete un delito, debe ser sancionado”, agregó.
En tanto, el legislador Yonhy Lescano (Acción Popular – Frente Amplio) reveló que el robo de combustible en la PNP durante la cumbre APEC 2008 “era vox populi”, pues había comentarios de los propios oficiales. Sostuvo que se debe retirar a los que han estado robándole combustible al Estado.
“Hay que efectuar una reorganización en la PNP. El ministro Daniel Urresti tiene que hacerlo. Se tiene que tomar decisiones drásticas porque si eso no sucede, la corrupción neutraliza y encamina a cualquier gestión al fracaso”, advirtió.
“Se deteriora la institucionalidad en la Policía”
El presidente de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso, Juan Carlos Eguren, sostuvo ayer que aquellos malos policías que cometen actos ilícitos como el robo de combustible que le otorga el Estado para patrullar la ciudad, se convierten en simples delincuentes y, lo peor, “es que dejan un mensaje nefasto a los efectivos de las nuevas promociones”.
“Esta denuncia no hace más que deteriorar aún más la institucionalidad y la cadena de mando policial. Y lo más grave es que si la ciudadanía ve que los oficiales roban combustible, entonces es como robar un banco o un celular, se convierten en simples delincuentes y el mensaje que dan a los nuevos efectivos es nefasto”, indicó.
El legislador del PPC sostuvo que “el tema del combustible es un mal endémico que se arrastra desde hace muchos años, y no hay un mecanismo eficaz que los pueda solucionar porque existen grifos que están coludidos y mafias muy bien organizadas”.