lunes, 19 de mayo de 2014

Ofensiva contra la minería ilegal

Esta última semana, el Estado ha lanzado una gran ofensiva contra la minería ilegal desde distintos frentes: la interdicción, el flanco social, el apoyo al desarrollo alternativo y la formalización. 

Un megaoperativo policial se desarrolló en Madre de Dios para destruir las costosas maquinarias que utilizan las mafias organizadas. Esta es una de las regiones más azotadas por la explotación de las tierras, por la tala de árboles y el uso de sustancias prohibidas, como el mercurio y el arsénico, que son vertidas a los ríos. Solo en esta región se calcula la existencia de 60,000 hectáreas depredadas.
El balance preliminar de la intervención del operativo ‘Principio de Autoridad 1’ –en el cual participan más de 800 policías– es bastante auspicioso. Se destruyeron 18 tanques clandestinos con mil galones de combustibles. Además, se capturaron ocho dragas grandes, 42 balsas carrancheras (dragas medianas), cuatro tracas (balsas),42 chutes (trituradoras de piedra).
En el frente social, una operación policial cerró 25 prostíbulos clandestinos que operaba en condiciones paupérrimas de salubridad. En la localidad denominada 107, las mujeres ejercían el meretricio sin documentos de sanidad. Pero, tal vez, lo más repudiable es que se encontraron 10 menores de edad. Una de ellas declaró que había sido raptada para trabajar ser explotada sexualmente.
De acuerdo con el alto comisionado en Asuntos de Formalización e Interdicción de la Minería Ilegal, Daniel Urresti, las operaciones de interdicción continuarán. Se espera que para diciembre se haya erradicado por completo esa plaga en dicha región. Pero la política del Gobierno contra la minería ilegal no se basa únicamente en la represión de dicha actividad. Solo en Madre de Dios hay unas 20,000 personas que viven, en forma directa o indirecta, de esta actividad. Por tal motivo, el Gobierno, por intermedio de un decreto supremo, destinó 100 millones de nuevos soles para un programa de desarrollo alternativo. El objetivo es que la población oriunda se dedique a otros rubros económicos.
Mientras tanto, el proceso de formalización de los 52,000 mineros informales que se inscribieron antes del 20 de abril continúa en marcha. El objetivo es el saneamiento de su situación laboral.
Por último, el problema también se ataca desde una perspectiva internacional. El crimen organizado utiliza las zonas fronterizas –donde el Estado tiene problemas logísticos para llegar– para refugiarse y operar en la clandestinidad. Por eso, los ministros de Defensa del Perú, Colombia y Ecuador anunciaron la realización de operaciones conjuntas en las que participarán las fuerzas militares de los tres países.
Todas las acciones mencionadas sirven para acorralar a la minería ilegal. Pero debemos considerar que no solo el Estado tiene que luchar contra esta mafia, sino que también es vital el apoyo de las distintas fuerzas políticas, las autoridades locales, los medios de comunicación y la opinión pública, para terminar con estas organizaciones que dañan al territorio y el medioambiente del país.