miércoles, 9 de abril de 2014

DESAFÍO DEL FUTURO
El reto de combatir la escasez de agua

PILAR MARÍN BRAVO- PERIODISTA

La desalinización del agua de mar no es un tema nuevo en la búsqueda de soluciones a la escasez del recurso hídrico en el mundo. Sin embargo, en nuestro país la posibilidad de que este proceso pueda ejecutarse a mediano plazo representa una alternativa para afrontar la limitación que este recurso vital significa para muchas zonas del Perú.

Este proceso, que consiste en obtener agua potable a partir del agua salobre del mar, se desarrolla desde mediados de la década de 1960, con extraordinarios resultados. Los Emiratos Árabes, Arabia Saudita, Kuwait, España y Francia, entre otros países, son líderes y valiosos ejemplos de esta experiencia.

Una de las experiencias cercanas que más se ha expuesto como ejemplo de este proceso en el país, ha sido la de España. Este país instaló su primera planta desalinizadora en 1964 en la isla de Lanzarote, y hasta 2008 ya contaba con 700 plantas de este tipo que producían 800,000 metros cúbicos por día de agua apta para el consumo humano y para procesos productivos.

Más de 80 millones de personas en el mundo se abastecen con agua desalinizada del mar, un  sistema que representa también una alternativa a los cambios climáticos que amenazan con reducir las reservas de agua dulce por el calentamiento del planeta.

En el Perú, el tema de la desalinización del agua se viene planteando desde hace más de 15 años. La técnica de aprovechar el mar peruano para construir plantas desalinizadoras, que contribuyeran a reducir la carencia del vital líquido en diversas zonas del país, era tema de foros, seminarios y conferencias magistrales que congregaban a ingenieros sanitarios del país y expertos invitados de otras naciones.

Las exposiciones de especialistas del Colegio de Ingenieros, la Sociedad Peruana de Ingeniería y otras instituciones afines hablaban de las bondades de este proceso y sus resultados e impacto económico y social. No obstante, cuando la propuesta era contrastada con los que representaban los niveles de decisión, la respuesta era casi siempre la misma: su elevado costo.

Sin embargo, esta situación cambió en diciembre pasado cuando el consorcio Técnicas de Desalinización del Agua se adjudicó la concesión para el proyecto que contempla el diseño, financiamiento, construcción, operación y mantenimiento de los sistemas de agua potable y alcantarillado en cuatro distritos del sur de Lima.

De esta manera, los distritos de Punta Negra, Punta Hermosa, San Bartolo y Santa María del Mar serán atendidos con la provisión de agua. Serán beneficiadas 25,000 personas, cifra que se cuadruplica en la temporada de verano. El proyecto que estará en el ámbito de responsabilidad de Sedapal constituye un paso importante para afrontar la carencia de agua potable que amenaza a Lima, por su ubicación en una zona desértica.