REFLEXIONES POR EL DÍA DE MAMÁ

Madre a la peruana

Su rol protector es positivo. Hoy el reto de las mamás es aprender a gestionar su tiempo entre el trabajo y el hogar; comprender que los hijos que crían son los ciudadanos que construirán el futuro.

Como todos los segundos domingos de mayo, en el Perú se celebra el Día de la Madre. Es una fecha en la que la figura materna resalta sobre todo lo demás, aunque hay quienes señalan que las madres deben ser agasajadas los 365 días del año, sin caer en el consumismo y reconociendo el rol que cumplen en nuestra sociedad. Madre no solo es la que trae una nueva vida al mundo, sino que madre también es la que cría, la que se desvela por los hijos y la que está pendiente de un abanico de responsabilidades en el hogar y la oficina.

Históricamente, la efemérides se remonta al siglo XVII en Inglaterra, donde a los siervos se les brindaba un día libre para que fueran a visitar a sus madres un domingo al año. Era costumbre hornear un pastel llamado ‘tarta de madres’ para obsequiarlo.

Las estadounidenses Julia Ward Howe y Ana Jervis son consideradas precursoras de este reconocimiento a las madres. En 1905, Jervis presentó un proyecto público para celebrar el Día de la Madre en el aniversario de la muerte de su progenitora. El presidente de Estados Unidos Woodrow Wilson instituyó, en 1914, el Día de la Madre como el segundo domingo de mayo.

Resolución

En el Perú, el 12 de abril de 1924, se promulgó una resolución suprema por la cual se declara dicha fecha como Día de la Madre. Gobernaba el país el presidente Augusto B. Leguía. Julia Ward Howe y Ana Jervis concibieron el homenaje al margen de cualquier atisbo consumista.

"Lo bueno de la madre peruana es que cumple adecuadamente el rol de protectora de sus hijos. Pero no en todas las culturas del mundo se cumple por igual, con la misma intensidad. En el caso de la mujer peruana, hay un componente cultural que viene de las culturas precolombinas que han ayudado a darle forma a su temperamento materno", dijo Doris Vila Gómez, directora de la Escuela de Psicología de la Universidad Norbert Wiener.

En los albores del siglo XXI, la madres enfrentan nuevos desafíos y nuevas responsabilidades. "La mujer, muy inteligentemente, hoy está dejando que crezca la participación del padre, que es la otra pieza fundamental del desarrollo de los hijos. Este modelo que adaptamos es también producto de la cultura globalizadora: ahora, el hombre tiene una participación activa y eso está bien", señaló Vila Gómez.

La especialista consideró que las mamás han sufrido un gran cambio con respecto al tiempo de nuestras abuelas: ahora la mayoría trabaja fuera del hogar y su reto es aprender a gestionar su tiempo.

Ausencias

"La mujer-madre debe aprovechar su tiempo y dividirlo entre el trabajo y el hogar, donde lo principal es su rol de madre", sostuvo.

Luego señaló: "Lo malo es que las madres actuales están cayendo en el consumismo. Creen que calidad es cantidad. Que todo se reduce a un tema económico. Muchas madres compensan sus ausencias y sus deficiencias comprando. Lo ves en los supermercados: las madres compran compulsivamente para compensar sus ausencias".