sábado, 23 de agosto de 2014

Claro mensaje al Gobierno

IVÁN SLOCOVICH PARDO

 El inicio del cuarto año del Gobierno del presidente Ollanta Humala ha venido con una carga que podrá manejar solo si logra hilar muy fino y hacer caso a los reclamos de la gente en la calle y la oposición, que en los primeros años fueron acallados por la mayoría parlamentaria conformada por los legisladores del humalismo y los desesperados peruposibilistas, que apoyan siempre ante el temor de ver a su líder, Alejandro Toledo, en más problemas por los millones que no logra justificar.
Sin duda, a tres años de Gobierno, el régimen comienza a pagar la factura por la inseguridad ciudadana, por el enfriamiento de la economía, por el caso López Meneses, por la protección a Toledo y por la injerencia de Nadine Heredia en el manejo del país, a lo que se suma el error de haber propuesto a Diego García Sayán como postulante del Perú a la Secretaría General de la OEA y la situación del ministro de Energía y Minas, Eleodoro Mayorga.
El rechazo del Congreso al voto de confianza solicitado por la premier Ana Jara es producto también del blindaje al "hermanísimo" Alexis, de la prolongada huelga médica que no tiene fin, de los nuevos aportes que hay que hacer a las AFP, de las amistades peligrosas con César Álvarez a través del prófugo Martín Belaunde y de tener, como señalé ayer en este espacio, a un Presidente que actúa como candidato y no como gobernante con poder para solucionar los problemas de los que él mismo se queja.
Si Humala y compañía no lo asumen así y creen, como Susana Villarán, que todo es culpa de los rivales políticos y de los medios (¿dirán lo mismo la alcaldesa y sus amigos ahora que la Contraloría la ha puesto contra las cuerdas?), cometería un grave error, pues estaría dejando pasar una gran oportunidad para salir de su soberbia y enmendar errores que afectan a los peruanos y también a una administración a la que todavía le faltan dos años para irse a su casa.
Es muy probable que hoy el gabinete Jara salga airoso al segundo intento y reciba la confianza del pleno, pero bueno sería que el Gobierno entienda el mensaje de la jornada del miércoles y jueves, que ha sido muy claro: hoy no tienen mayoría en el Congreso y no podrán seguir haciendo lo que quieran, por lo que sería positivo que vayan enmendando errores, pues de lo contrario de acá a julio del 2016 la oposición les hará la vida imposible.