Claro mensaje al Gobierno
IVÁN SLOCOVICH PARDO
El inicio
del cuarto año del Gobierno del presidente Ollanta Humala ha venido con una
carga que podrá manejar solo si logra hilar muy fino y hacer caso a los
reclamos de la gente en la calle y la oposición, que en los primeros años
fueron acallados por la mayoría parlamentaria conformada por los legisladores
del humalismo y los desesperados peruposibilistas, que apoyan siempre ante el
temor de ver a su líder, Alejandro Toledo, en más problemas por los millones
que no logra justificar.
Sin
duda, a tres años de Gobierno, el régimen comienza a pagar la factura por la
inseguridad ciudadana, por el enfriamiento de la economía, por el caso López
Meneses, por la protección a Toledo y por la injerencia de Nadine Heredia en el
manejo del país, a lo que se suma el error de haber propuesto a Diego García
Sayán como postulante del Perú a la Secretaría General de la OEA y la situación
del ministro de Energía y Minas, Eleodoro Mayorga.
El
rechazo del Congreso al voto de confianza solicitado por la premier Ana Jara es
producto también del blindaje al "hermanísimo" Alexis, de la
prolongada huelga médica que no tiene fin, de los nuevos aportes que hay que
hacer a las AFP, de las amistades peligrosas con César Álvarez a través del
prófugo Martín Belaunde y de tener, como señalé ayer en este espacio, a un
Presidente que actúa como candidato y no como gobernante con poder para
solucionar los problemas de los que él mismo se queja.
Si
Humala y compañía no lo asumen así y creen, como Susana Villarán, que todo es
culpa de los rivales políticos y de los medios (¿dirán lo mismo la alcaldesa y
sus amigos ahora que la Contraloría la ha puesto contra las cuerdas?),
cometería un grave error, pues estaría dejando pasar una gran oportunidad para
salir de su soberbia y enmendar errores que afectan a los peruanos y también a
una administración a la que todavía le faltan dos años para irse a su casa.
Es
muy probable que hoy el gabinete Jara salga airoso al segundo intento y reciba
la confianza del pleno, pero bueno sería que el Gobierno entienda el mensaje de
la jornada del miércoles y jueves, que ha sido muy claro: hoy no tienen mayoría
en el Congreso y no podrán seguir haciendo lo que quieran, por lo que sería
positivo que vayan enmendando errores, pues de lo contrario de acá a julio del
2016 la oposición les hará la vida imposible.